Para un muchacho que normalmente es rudo como una pileta de tiburones, las vendas que se ven arriba están realmente fuera de lugar. Pero eso es lo que hará el alcohol con vos.
Cinco minutos después de tu primer trago, el alcohol llega a tu cerebro y comienza a interferir entre la comunicación de las neuronas. Primero se pierde la capacidad de evaluar el riesgo, entonces es cuando se pierde la capacidad de tomar decisiones. Tomá un poco más y vos vas a perder la capacidad para resolver problemas complejos.
Esto puede ser molesto cuando estás en la mesa de pool, pero es extremadamente peligroso cuando te ponés al volante, como hizo este chico.
A 700 metros de su casa, se pegó de frente contra un árbol. Ahora, está a punto de perder su ojo izquierdo. Si tomaste un poco, recordá que el alcohol mata las habilidades de conducción.
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