Cuando la política y la vida chocan con Nano Alonso

En su columna semanal en la revista de los domingos de El País, Ray Loriga hizo una analogía entre la política española, la Fórmula 1 y Fernando Alonso.

Lo primero que me sorprendió es leer qué piensan de la F1 aquellos a los que no les gusta. Si bien siempre encuentro personas que no entienden cómo a uno le gustan las carreras o los autos, no siempre lo veo escrito.

Esta fue la intro que me hizo el entre:

Lo más sorprendente de la velocidad es la paciencia que requiere. Desconcierta ver a Fernando Alonso doblándole los alerones a un coche de un trillón de dólares para ganarle unas décimas. Teniendo en cuenta que cada equipo cuenta con bien pagados ingenieros, probadores, relaciones públicas, servicio de catering, mecánicos, calentadores de neumáticos y hasta unas chicas muy monas que sujetan paraguas, Dios sabe para qué...

[Aquí el resto de la nota]

off topic: Lo nota iba acompañada de una bonita ilustración de César Fernández Arias, que no encontré online, pero que tiene una linda y simple web.

En el baúl de automOndo.com.ar:
Lewis Hamilton, sin carenado