El Discovery se presentó por primera vez en el Salón de Fráncfort de 1989, a nueve años de haber nacido como "Project Jay": un vehículo destinado a ubicarse entre el imparable, irrompible pero feo Defender y el lujoso, extravagante pero innovador Range Rover.
La primera generación pasó a la historia por ser el primer SUV en incorporar un motor diésel con inyección directa de combustible con su 2,5 litros turbo TDI. Cuando en 1994 el Discovery fue retocado, provocó el mayor éxito de ventas de Land Rover, que en el '95 alcanzó por primera vez los 100 mil vehículos fabricados.
La Serie II salió en 1998 y fue la pionera en la implementación de la configuración de siete plazas. La parte mecánica se destacó por la suspensión regulable en altura y por el sistema "Active Cornering Enhancement", creado para eliminar los derrapes en las curvas y bajar la probabilidad de vuelcos.
El Salón de New York de 2004 fue el escenario elegido por la marca inglesa para exhibir el Discovery 3. El modelo contaba con chasis integrado y su método de fabricación sólo recibió halagos. La suspensión pasó a ser neumática e independiente en las cuatro ruedas y sumó el "Terrain Response", que permitía seleccionar entre cinco condiciones diferentes -arena, tierra, ripio, nieve/barro y asfalto- para modificar la respuesta del motor, ajustar la dureza de las suspensiones y el tipo de tracción.
Desde 2009 se vende la cuarta generación, que llegará a nuestro país en enero de 2010 quién sabe a qué precio.
El primer video repasa la evolución del modelo. Este es similar, pero se basa en las campañas publicitarias.
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