La comisión de transporte de la Legislatura Porteña empezó a tratar la nueva Ley de Tránsito. Es el inicio de un largo trayecto burocrático que tiene la ley. Sin embargo, los sindicalistas ya están en contra, con excusas necias:
-Que las calles tienen pozos
-Que los que hacen repartos no tienen lugar para estacionar
-Que trabajan muchas horas
-Que al estar al volante más tiempo por día, están más expuestos a cometer faltas
Los pretextos son reales, pero no válidos. Los choferes profesionales deben cumplir la ley como todos(el nuevo registro viene con 20 puntos; por cada infracción se descuentan, al llegar a cero, chau carné). Argentina necesita una nueva Ley de Tránsito, porque los accidentes son la primera causa de muerte en el país. También los sindicatos están en contra del examen previo al nuevo carné de conducir, porque dicen que atenta contra sus fuentes laborales… sin palabras. Igual, no sé de qué se preocupan: nunca vi a un policía hacer una multa a un colectivero.
De todos modos, que la Ley tenga jurisdicción sólo en la Ciudad de Buenos Aires, hará que el resultado no sea óptimo. Cualquiera que pierda los 20 puntos del nuevo carné en la Ciudad, va a la provincia y se hace otro registro. No sirve. Nueva Ley de Tránsito Nacional o nada.
Si fuera inocente, me creería que los disturbios se produjeron por la nueva Ley de Tránsito que recién se empieza a tratar. Hugo y Pablo Moyano, padre e hijo jefes del gremio de camioneros, dan una nueva muestra de su poder, de la extorsión (amenazaron con un paro nacional del transporte), en plena transición del nuevo gobierno.
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