Audi RS6: Cuerpo de mujer y alma de macho

Su figura esbelta, armónica y bella nada tiene que ver con el tremendo V10 biturbo que guarda bajo la piel. Simula ser una mujer calma y de buen gusto, pero la tranquilidad de termina cuando se pisa el pie derecho. Ahí aparece un verdadero macho cabrío.

Audi lanzó el nuevo A6 junto con su versión deportiva S6, pero hay más. GmbH, la empresa que potencia a los autos de los anillos (como AMG para Mercedes Benz), creó la versión extrema, el RS6. Así empiezo: motor V10 biturbo de 580 HP.

Para poder controlar semejante potencia (el torque es de 650 Nm desde las 1.500 RPM, mucho), el auto cuenta con tracción quattro, por lo que las cuatro ruedas reciben poder.



El motor tiene 4.991 cc y cuenta con la tecnología FSI de inyección directa, la lubricación es por cárter seco y los turbos alcanzan 1,6 bar de presión.

La relación peso/potencia es de 3,4 kilos por caballos y la aceleración de 0 a 100 km/h es de 4s5, mientras que la máxima está limitada a 250 km/h, que como opcional se puede llevar a 280. La transmisión puede ser automática o secuencial con levas detrás del volante.

La suspensión es otra joya de la tecnología. Cada rueda tiene cuatro tensores de aluminio, diseñados para soportar el peor maltrato y el sistema se llama Dynamic Ride Control (DRC). Cuando el auto entra en una curva, se activa una válvula que comprime el flujo hidráulico de las ruedas externas, lo que reduce la ida de trompa. En síntesis, hace que el Audi doble como un tren.



Hasta ahora, nada mencioné sobre el diseño o el interior. Adentro tiene toda la calidad de un auto premium, con los mejores materiales y una terminación fina, con sólo ver la butaca uno se da cuenta de la perfección que lo rodea.

La peor noticia es el precio: 105,500 euros. Tampoco voy a hacer como algunas revistas que a los autos premium le critican el precio y a las cupés el escaso lugar de las plazas traseras…



Por fuera, el RS6 guarda la misma estética del A6, sobrio, con líneas marcadas y una impronta impactante, pero para nada llamativa. Tal vez, desde el exterior no se aprecie la bestia que oculta. Hasta en su humildad es grande.