Lamborghini Sesto Elemento: como el viento, liviano y veloz

La última joya de la casa de Sant’Agata no lleva el nombre de un toro -aunque es un concept-, sino que refleja la posición del carbono en la tabla periódica. La razón es simple: este bólido está fabricado en su totalidad en fibra de carbono (CFRP).

Todo es CRFP. La celda monocasco, el chasis de la trompa, los paneles exteriores, la mayoría de las partes de la suspensión, los ejes y hasta las llantas. Los caños de escape están fabricados en Pyrosic, una mezcla vidrio-cerámica apta para soportar los más de 900º C que genera el impulsor.



El resultado es óptimo: el auto pesa 999 kilos y con el V10 del Gallardo, logra mejores prestaciones y hasta un menor consumo. Tiene 570 HP (1,75 kilos por caballo) y acelera de 0 a 100 km/h en sólo 2s5. La máxima supera los 300. La presentación se hizo en el Salón de París, luego de que la marca de superdeportivos, que pertenece al grupo VW, estuvo más de 15 días enviando fotos de pedazos del auto, los llamados teaser, que tan cool son ahora en la industria automotriz.