5.12.07

Mazzacane, un personaje



La iglesia Mazzacaneana propone:
1 - Amar a Gastón por sobre todas las cosas.
2 - Un hijo tuyo se llamara Gastón.
3 - Honrarás a Hugo, Mónica y Pocha.
4 - Practicarás la vuelta de la muerte.
5 - No dejarás pasar ni a Hakkinen ni a Cotignola.
6 - Predicarás por todas partes la carrera de Gastón, sin importar resultados.
7 - No usar el nombre de Gastón en vano.
8 - Difundir los milagros de Gastón en todo el universo.
9 - Predicar los principios de la iglesia Mazzacaneana.
10 - Siempre seremos "cool" y estaremos con "pulgares para arriba".

El autor fue nada menos que Martín Ponte, con la colaboración de Diego Aventín, entre otros. Gastón Mazzacane está chocho con su nuevo sitio, donde recibe el afecto directo de sus seguidores más fanáticos y extremistas. Su personalidad fresca –siempre está de buen humor- e irónica, que a veces parece soberbia o canchera, encaja justo con la idea. El quinto mandamiento es, lejos, el mejor.

Si te importa, adentro está su campaña deportiva.

Desde hace dos temporadas, corre en Top Race, sin resultados relevantes. Fue la categoría en la que volvió a correr en el país. Debutó en abril de 2005, cuando el TR se transformó en lo que es ahora. A principios de año, disputó las 24 Horas de Daytona donde se pegó muy fuerte y se fisuró dos costillas. Venía de otras piñas duras en 2006: una en Balcarce (antes de la chicana, se puso de costado y pegó contra el guard rail) y otra en San Juan más leve, abajo del puente. Ese día la categoría estrenó la protección lateral y Gastón, sin querer, verificó que funcionaba. El domingo debutó en TC 2000. Fue el último argentino en correr en Fórmula 1. Corrió para Minardi en 2000 y para Prost, en 2001 (21 carreras en total, 8º su mejor posición). Después se fue a la Champ Car, en Estados Unidos.

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