14.6.08

Yo prefiero un papá argentino

Volvo envió una serie de consejos para mejorar la relación entre padre e hijo. Técnicas y temas para hablar cuando ambos están en el auto, para asegurar que la descendencia llevará el apellido como se debe. Este es el homenaje de automOndo para la mejor escuela de manejo: papá.



Los autos Volvo tienen líneas bien marcadas, con ángulos cuadrados (salvo por el último C30) y si se piensa en la marca, lo primero que viene a la cabeza son los Volvo familiares cuya unión entre el techo y la tapa del baúl forma un ángulo de 90º. Desde afuera uno distingue que un auto súper seguro. Es la imagen que emite: sobriedad, seguridad.



Un padre Volvo, entonces, es un papá de saco y corbata pero en buen estado físico; un hombre seguro, canchero, con un excelente trabajo pero que tiene a sus hijos en lo más alto de las prioridades –obvio, no se pierde ni un acto del colegio-. El papá Volvo es un papito casi ideal…

La marca sueca, que pertenece al grupo Ford, difundió una guía para que padres e hijos inicien hermosas conversaciones durante los viajes en auto. Son disparadores y consejos mediante los cuales Volvo sostiene que se generarán momentos preciados y únicos en la relación.


Hablar sobre deportes. Volvo dice que en estos días de vida alocada, gran parte de la relación transcurre mientras el padre lleva a su hijo a hacer deporte. Papá Volvo dirá:
“Ganar es emocionante, pero no es lo más importante del mundo. Tu objetivo debe ser intentar dar lo mejor de vos”.
Papá argentino dirá:
“Hijo, sabés que nuestra situación económica no es la mejor. Nuestro futuro depende de vos. Tenés que entregar cada día más, saber que la victoria es lo más importante y que la familia depende de tus futuros contratos”.



Dar lecciones tempranas de manejo. Volvo aconseja aprovechar cada viaje para enseñar a los más pequeños algunas nociones de seguridad básicas. Explicar las señales de tránsito e instruir sobre los límites de velocidad. Compartir las leyes de tránsito con los más grandes. Por ejemplo, enseñales que estén atentos a los demás autos: no sólo en los de adelante sino en los de atrás también. Un papá Volvo jamás viola una norma de tránsito, respeta a los demás y esa filosofía es la que transmitirá a sus pequeños.
Papá argentino:
-En este país maneja cualquiera. Mirá lo que hizo esa vieja: ‘lo viste hijo’, que increíble… Mirá ya que estamos te lo digo: cuando manejes, desconfía de todos. De los colectiveros y tacheros en especial. Eso sí, siempre hay que respetar las reglas.
-Pero papá…, pasamos un semáforo en rojo.
-Hoy es domingo hijo, no pasa nada…

Mostrar tu música favorita. Volvo quiere que los hijos conozcan la música que cautivó a sus padres. La marca sostiene que además de escuchar la música de los más jóvenes, hay que mezclar temas viejos y aprovechar para enseñar música a los más chicos, contándoles los temas que hicieron furor en la adolescencia de los padres.
Papá Volvo pondrá temas de Phil Collins, Genesis, Pink Floyd, Los Beatles, Rolling Stones…
Papá argentino:
-¿Qué es esto que escuchás? Esto es música de falopero, son todos loquitos lo que escuchan esto… Encima no se entiende un soto lo que dicen… Cómo te puede gustar esta basura. Ahora te voy a enseñar lo que es música…
Papá argentino pone al Potro Rodrigo al grito de: “esto es música hijo, escuchá, escuchá, ritmo, alegría”.

Compartir tus metas y sueños. Animá a tus hijos a que fantaseen ser el próximo Einstein o Roosvelt. Desafialo a metas que nunca antes había considerado.
Papá argentino no tiene metas, ni sueños. Vive maldiciendo que el país es una m****, que los políticos son unos chorros, que porqué no se muere así deja de sufrir. De padre argentino a hijo argentino: “Vos, si no triunfás en el fútbol vas a ser un fracaso como yo, así que si no te va bien, andá pensando en irte a España”.



Alcanzar la mayoría de edad. Abordá temas serios con tu hijo para lograr la última y más valiosa conexión. Hablá sobre amor y pérdidas, orgullo y desilusión. Tu hijo sentirá que se está hablando con su papá como un adulto y no como un chico. La discusión podría significar un hito en la historia del pequeño camino a la adultez. También contale sobre lo que hacías a su edad.
Papá argentino:
“Yo, a tu edad, no paraba un minuto, tenía un cohete en el upite. Salía con una, con otra, las minas son todas iguales, vos no tenés que engancharte con ninguna. Bah, quién te va a dar bola a vos, mirate lo que sos: no tenés un mango, estás todo sucio y gracias si saber leer. Igual hijo, vos sabés que tu papá te ama y siempre va a estar a tu lado”.

La última línea es la característica más importante que tiene un papá argentino. Eso no se consigue en cualquier lado. Podrá ser bruto, amargo, bestia y tacaño y el hijo del vecino siempre será un ejemplo. Pero un papá argentino es único. Nunca te va a dejar a gamba si le decís que el auto lo necesitás para salir con una minita.

Ah, y nunca manejarás mejor que él.

A todos los padres, feliz día.

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